lunes, 8 de febrero de 2021

DE VIAJE

     Tiempo hacía ya que no publicaba nada y, bueno, después de pasado un tiempo, he aquí un recorrido por La Ruta de La Plata, por la Carretera N-630 que se hacía en tiempos desde Badajoz hasta León, haciendo una breve semblanza de los lugares que se veían desde la carretera y por dónde se pasaba. Hoy también tendríamos la A-66, pero de los años a los que hace referencia el poema, la Autovía no estaba ni en proyecto, jeje


De Viaje



                1

 Recordaba aquellos días

En que aún de madrugada

arrancaba el motor Diésel

congelado por la helada

y templaba las lunetas,

blanquecinas, de la escarcha.

 

Le esperaba un largo viaje,

casi seis horas de marcha

rumbo al norte, “a toda vela”

donde estaban y aún se hallan:

esos ríos, esos valles,

esas tierras y montañas,

esos prados, las iglesias,

aldeanos y aldeanas,

esos fríos y calores

¡esa paterna morada!

 

                 2

Comenzando a hacer camino,

recién cruzado el Guadiana

sobre el Cerro de La Muela

dejamos la Plaza Alta,

La Torre de Espantaperros

y una imponente alcazaba.

 

Por la Sierra de san Pedro

aún rodando en lid pacense,

al mundo envían su celo

entre encinas y alcornoques,

con “la Berrea”, los ciervos.

 

                   3

 Esas curvas, ahora rectas

que en el caudaloso Tajo

te dicen que al mangurrino,

a ese centenario barrio

de la Casa del Aljibe,

de terreno amurallado,

de Golfines medievales,

de recinto amurallado,

de Alemania a Matadero

das la espalda ya hace rato


pero antes de que vislumbres

donde el Jerte es gran regato

a un concatedralíceo,

hermoso y grande poblado,

de cerezo en flor albergue

que, por Plasencia, es nombrado


 o esas otras que en el puerto

que por el Ambroz se inicia

y te ocultan paso a paso

a Hervás y su Judería,

base del coloso Honduras

y por Baños se reviran,

casi por su balneario

con piolet rumbo a la cima


 y casi sin cuenta darnos,

La Covatilla de cuenta

de nieve, de Bejaranos,

de ciclistas y de esquíes

y de campo castellano.

 

                  4

Adentrados en el puente

romano del río Tormes

la vista del Lazarillo,

por salmantinos rincones:

ya en sus aulas, ya en sus calles,

nos lleva a donde, de autores,

deportistas y de artistas

eterno suena su nombre.

 

                 5

 Por la Ruta de La Plata

sigue su curso el camino

hasta la orilla del Duero

que “ va solo en su camino”

junto a la Peña Tajada,

del Romancero motivo,

que a la urbe de Zamora

y su lustroso casco antiguo,

cobijo de penitentes

tiene asentado consigo.

 

                 6

 Con el río Esla cruzado

en la Villa de Benavente,

junto al posible Don Suero,

de piedra, en la A-6, presente,

nos cambiamos de provincia

y más Norte se hace latente.

 

                  7

 Por Ardón y Valdevimbre

palomar, bodega y viña

del Páramo leonés,

las miradas peregrinas

pronto van a divisar

a la Pulchra Leonina.

 

                 8

 Y es entrando por el Sur

siguiendo a La Catedral,

donde cruzas el Bernesga

para al casco antiguo entrar

por el parque San Francisco

a la Plaza San Martín

junto a la Plaza Mayor

del interior  “cazurrín”.

 

Del Barrio Húmedo hacia El Cid

llegas a una Colegiata,

Real, de San Isidoro,

Joya románica.

 

                  9

 A León va nuestro viaje,

desde Badajoz partió

aunque en Ronda del Pilar

de Zafra, en verso, nació

diciendo por dónde iba

a quien hacerlo tocó

y, de por donde pasó,

contando pinceladitas.

 


 

 

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