lunes, 8 de noviembre de 2010

EL CHEF DEL ENFOQUE


Tal y como anuncié en la última entrada el pasado Jueves 4 de Noviembre tuve el placer y el lujo de "enfrentarme" al gran público en el Victoria. Fue una noche en que, para no variar, se apoderaron de un servidor lo malditos nervios pero afortunadamente no impidieron que viviese o intentase vivir cada poema, cada verso como a mí me gusta.

Para mí, como digo fue un placer y un lujo.

Quiero ante todo dar mis más expresivas gracias a todos lo que estuvieron acompañándome, escuchándome y agradecer sus aplausos, sus ánimos, su atención y sus comentarios a posteriori, además de todas aquellas personas que si bien no pudieron asistir están ahí; vuestros ánimos y aplausos son impagables. ¡GRACIAS!

Esta vez os ofrezco el poema que llevó el título que se le puso al recital, cuyos versos van dedicados a una de las personas que yo creo más renombre tienen en Badajoz. Un pacense que no sé si decir que tiene arte con un objetivo en la mano o que “sencillamente” es un artista retratando.
Le conocí de camino a la escuela de idiomas, yo iba a toda prisa a matricularme y no llevaba fotos encima. Me encontré con su local y me sorprendieron el trato más que amable que tuvo conmigo y el interior de ese local que más que un estudio de fotos es un museo.
El caso es que años después, me lo presentó Mediterráneo y tras una amena y curiosa conversación, parte de mí ya se quedó dentro de ese museo que, casi en el “fondo de La Soledad”, tiene abierta su puerta al mundo…



EL CHEF DEL ENFOQUE




Casi en el "fondo de la Soledad",
en las entrañas del feudo pacense,
su postigo no pasa indiferente.
¡Qué curiosa contrariedad! ¿verdad?

Con su elegante naturalidad
y ese afable talante siempre al frente,
y se ponga de costado o de frente
encuadra a todo en la inmortalidad.

Habiendo de ser fotografía
su vida, su pasión y su estandarte,
con su tesón, arte y filosofía

Un buen estudio debía montarse,
pero en vez de "otro más" nacería
el genuino museo Vidarte.