martes, 24 de julio de 2012

SOMBRA DEL ASFALTO


             Vamos a ver cómo un muchacho nos describe la forma en que le va alcanzando por la calle una muchacha que camina por detrás de él y que está a punto de  llegar a su altura.
              
             Una chiquilla que le resulta “familiar”, yo diría que es más que eso y aprovecha para narrarnos lo que quiere contarle en el momento que ella llegue a su altura y le solicite conversación. Una conversación que está compuesta por el recuerdo de algunas anécdotas y situaciones vividas por ambos tanto en el pasado como en el presente.

                     





 SOMBRA DEL ASFALTO





Una sombra por la calle
Va superando mis pasos
Sombreando,

Con sus constantes andares,
El oscuro y duro asfalto
En que avanzo.

Se hace cada vez más grande,
“familiar” va resultando
Su figura:

Ese flequillo ondulante..,
Su par de brazos cruzados…,
Su cintura.

Media al tura p’a alcanzarme
La dueña de esa sombra
Que me sigue,

Voy a dejar que me cace
Esa interesante moza
P’a decirle:

Que esa cara de muñeca,
Con su agradable sonrisa
Y mirada,

Desaparecer no quiera
de mi lado que obnubila
mis mañanas,

que desde que reclamó un movido despacho
el pulso de sus dedos maestros,
los bellos jardines del reino no crían más que ramajos.

Pero siempre será más amena y alegre
Su presencia en el casco antiguo,
En la ronda norte o el centro de la urbe pacense.

Esa sombre por la calle
Ya ha superado los pasos
Que voy dando,

Ya han situado sus andares
A ese cuerpecito serrano
A mi lado.

Un bamboleo de caderas
Y un bailoteo de piernas
Voy mirando,

Su codo en el mío golpea
Diciendo: -estoy a tu vera,
¡cuéntate algo!-.

Le contaré que desde que en mis desayunos
Faltan su zumo y sus tostadas,
Mi bocadillo y los refrescos sientan como un ayuno,

Que desde que dejaron de escuchar mis oídos
Sus melodías de copiloto,
En el coche hasta el Tom Tom, listo ese, se ve perdido.

Pero me consuelo sabiendo que a esta niña
Le basta un mensaje en el móvil
Para darnos un paseo por la plaza Grande o la Chica,

El Parador, parque de la Paz, la plaza de España,
Por la plaza de los Escudos,
Por la calle Sevilla y otras alhajas segedanas.